Evangelizar es la misión de todo
aquel que tuvo una experiencia de amor de Dios en su vida, y eso es lo que
motiva a uno a tratar de comunicar, compartir, lo que hemos sentido dentro de
nuestro ser; no podemos decir que hemos vivido de primera mano el hecho de
mirar y tocar a Jesús, el ser más cercano a Dios, pues es el hijo de Dios y
creemos que vino para salvarnos, pero por Fe, podemos decir que hemos vivido
experiencias religiosas, espirituales que solo tienen sentido si son miradas
desde las perspectivas del creer que todo se debe porque hay un Dios que ama,
que observa, se acerca, te habla a través de todo, solo que a veces nos damos
cuenta y otras veces, su presencia pasa desapercibida porque estamos más
concentrados en llenar nuestras mentes y nuestros tiempos, dejando la opción de
seguir a Jesús y el darlo a conocer, queda en un último plano.
Es posible evangelizar a través de
los medios?». Si es posible, pero lamentablemente las cosas de Dios no venden,
ya sea en periódico, radio o televisión. Pero si se puede, además sería lo más
efectivo para llegar a más personas. Nuestra mayor preocupación es como hacer
para dar a conocer a Dios, que más personas integren nuestra Iglesia no solo
para ser más personas en número, si no para compartir la doctrina, el difundir
la fe, despertar vocaciones religiosas y motivar a los laicos a tomar en serio
y con responsabilidad la misión.
Cuando pensamos en evangelización nos
concentramos en aquel que no sabe nada de Dios o le han hablado muy poco. Pero
la evangelización es más, son también aquellos que conocieron de Dios y aun a
pesar de haber tenido acercamiento por fe con el Dios de la vida, decidieron
alejarse de él. Y aún más también
evangelizar a aquellos que estamos inmersos en las cosas de Dios y nos basta
sentir que pertenecemos a algún grupo o movimiento en parroquia, para sentir
que eso es suficiente y no hay el interés por prepararse, conocer más a Dios,
nos basta lo que sabemos, e integrar un grupo lo vemos más como club que como
un medio importante para acoger y que éste sea centro de formación de laicos
con la capacidad de seguir anunciando.
Los sacerdotes, obispos, sacerdotes,
religiosos, misioneras también necesitan de la re-evangelización cuando llegan
tiempos de desierto en la vida de ellos.
El que es comunicador ha tenido años de estudio, preparación para ser el mejor en
su profesión, si a la profesión le agregamos que somos Católicos y somos
Animadores Misioneros, estaremos dando ese plus que los líderes Católicos
necesitan, ser más profesionales al ser Cristianos, ser profesionales a la hora
de seguir a Jesús y de darlo a conocer, ser profesionales para amar a todos
como Jesús, acoger a todo hombre como hermano, dar nuestra mano para compartir,
profesionales para seguir viviendo el ideal de seguir a Jesús en todo tiempo y
lugar.
Las parroquias o congregaciones sacan
informativos que ayudan mucho en sus comunidades, instituciones de nuestra
iglesia que se esfuerzan por sacar revistas misioneras que ayuden acrecentar
nuestra fe.
Que importante que los que emiten
estas informaciones puedan tener fundamento cristiano y preparación
periodística, además de lenguaje sencillo, algunos lamentablemente no lo tienen
y luego uno se da cuenta porque al terminar de leer solo encuentra información
pero no trasciende, no llega, porque cada vez que uno escribe debería invocar
al Espíritu de Dios para que él te permita colocar en cada línea lo justo y lo
necesario, ni demás ni de menos, y lo más importante es que el mensaje que Dios
quiere transmitir llegue porque te utilizó a ti como medio.
Y si eres orador, predicador,
conferencista, o das charlas en retiros o jornadas, queriendo en tu corazón conquistar
más almas para Dios con aquello que estés dispuesto a compartir, tienes que
haber vivido y seguir viviendo la experiencia de Dios en tu vida, porque eso no
solo se escuchar en un discurso bien estructurado, también se percibe por la
emoción que pones cuando hablas, tu gesto cambia porque todo tu ser quiere
transmitir al Dios que llevas dentro.
“Que quien me mire te vea”... sería la frase que podemos repetir, para que sea
siempre Dios el protagonista y nosotros mostremos su reflejo en nuestras vidas....
Fraternalmente,